"Si te empiezas a sentir como un dios probablemente estés convirtiéndote en uno".

lunes, 6 de abril de 2009

Alcances

Esta última semana he podido percatarme de que sigo haciendo una buena labor, a pesar de mi alejamiento de tantas cosas y personas.
El jueves último vi a Cynthia Mandarina luego de mucho. No hubo ni un poco de pánico al tenerla al costado, al frente, como había imaginado. Nada perturbador. Ni se me movió el piso. Comprendí con el pasar de las horas que mandarle ese correo diciéndole tantas cosas que era necesario decir porque el Universo me lo pedía intensamente y porque mi Ser Íntimo también lo hacía fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Recién gracias a ese encuentro pude percatarme de ello o, mejor dicho, comprobar que era lo que había que hacer en aquel momento.y ver que tuvo sentido y fue absolutamente pertinente. Pasó mucho tiempo entre ése correo y dicho encuentro. La atemporalidad en la que vivo no me permite decir cuanto. Estoy haciendo una buena labor.
Me reencontré, también luego de algunas semanas, ese mismo día, con un amigo cercano de quien me alejé conscientemente, porque también era necesario para mi desarrollo espiritual alejarme de él. Y en la conversación me comentó cuánto y en qué forma le había servido que me aleje de él para su propio desarrollo espiritual. Los detalles están de más. Es entonces que me di cuenta especialmente de que a pesar de cierta lentitud que he venido atravesando estas semanas (por ello, también, el haberme alejado de este blog este tiempo), de igual forma mi labor de servicio a la humanidad ha continuado y de muy buena forma.
Fue precísamente durante esa conversación, chela de por medio, a media tarde, que me di cuenta de todo esto que relato. Cósmicamente los sucesos y acciones de las últimas semanas cobraron sentido. Por un momento había pensado que todo lo que había visto para este año se habia estancado, pero lo cierto es que ese aparente estancamiento era un paso larguísimo de dar pero muy corto en "distancia". Y que el paso ya lo había dado y ahora todo continúa.
La sensación de extrañeza ha desaparecido.
Por el momento me ocupo en experimentar relaciones humanas de formas no acostumbradas para mi. Y aunque me causa muchas veces diversos disgustos, sé que debo vivir esto que estoy viviendo. Mi crecimiento espiritual lo necesita, como experiencia, para poder seguir avanzando y continuar con el desarrollo interno. Sobre estas experimentaciones ya relataré, si es que es perinente, en su momento.



Paz Inverencial